viernes, 23 de agosto de 2013

El Secreto.... ¡Un Solo Paso al Éxito!

Día a día la idea que por algunos segundos nos circula en el cerebro es la del éxito, ser exitosos o que cada paso es uno hacia el éxito. La definición de esa palabra se me hace un poco difícil de tragar. La idea que tenemos del término no es más que la que los artistas de la invasión neuronal o en mejor sentido los neutro-programadores, en función menos elaborada, llamados publicistas, se han encargado de proyectar. En principio, con el surgimiento de las religiones protestantes se justificaba la idea del "éxito" económico como la salvación terrenal que Dios había propuesto a sus seguidores simpatizantes con las noventa tesis de Martín Lutero, orientándolos al fin de  trabajar, ahorrar e invertir. No creo que ese sea el principio más remoto a la idea del concepto, quizá, pudiera ir más lejos en historia cuando la burguesía derrota a los señores feudales creando un nuevo régimen económico basado en estratas sociales de más a menos pudientes económicamente hablando. Para los últimos, sin más ni menos, su único recurso fue unirse a la mano de obra laboral para subsistir por el mínimo salario trabajando al máximo en la interminable cadena de producción. Con estos dos ejemplos anteriores creo que exageré al remontarme en la historia ya que algunos pensarán que es el régimen vigente y que no hace falta abundar tanto en él para darse cuenta que la historia se repite hasta la "post-modernidad". 

Lo que me causa peculiar curiosidad es como se han explotado los recursos de la psicología, publicidad y medios de comunicación para tergiversar el concepto (éxito). Una de las estrategias que más me ha llamado la atención en este arte de la tergiversación y resta de significado a tan acaparante palabra lo es la publicación del libro" El Secreto" (y por si fuera poco el largometraje también). Dicho libro (y mucho más el video) habla de la "Ley de atracción" como un mero instrumento para satisfacer nuestras necesidades del ego materializado y cómo orientarla a nuestra conveniencia. La venta de éste libro me parece un insulto a la inteligencia, no por el planteamiento de la ley de atracción, pues compone un lugar importante en la ciencia, sino, por su claro afán de fomentar el consumo y lograr el consumo en sus ventas. Otra gran deferencia que tengo (en cuanto a la tergiversación del concepto "éxito") toma lugar con las compañías dedicadas a ofrecer productos o bienes a domicilio. La idea que implantan a sus vendedores es la del "éxito" Pero… ¿Qué éxito? El éxito económico disfrazado de superación personal y no se me ocurre otro termino posible para esa vacante de empleo que no sea "Victimas de las redes de mercadeo". Dichas víctimas son condicionadas a asistir a "cultos" de alabanza a su producto  de venta semanalmente y impulsados a reclutar más "Victimas de redes de mercadeo" que quieran ser "exitosos". 


La realidad del concepto se ha reducido, quizá, su aplicación sea contextual, pero la predominante es la del éxito económico. El éxito real se logra a través del distanciamiento del afán material, del afán lucrativo ya que promueve una constante competencia hasta con el propio individuo lo cual lo convierte en otro instrumento más que se encierra en el cerco de la construcción social.Creo que  E.Kant dio en el clavo cuando definió su filosofía idealista planteando que la percepción del mundo externo por vía de la sensibilidad la consideramos como la realidad última. El éxito contaminado por los afanes del "yo" nos plantean el término doblegado a la materialidad como la realidad última construida por los procesos internos de la mente forrada de publicidad de mierda. Al contrario se debería pensar ¿Que es en esencia el éxito? ¿En donde reside su significación subjetiva? ¿Soy exitoso en realidad o estoy en constante negación a la "realidad"? La respuesta a estas preguntas residirá en nuestro rol social, pero solo saliendo de ese rol es en dónde en realidad estará la respuesta, en un solo paso al éxito.

P.D Al inicio de la escritura pensé que sería un poco generalista hacer hincapié en la contextualidad del término al aspecto meramente economico del éxito como concepto. Pero, no es hasta que escribo "éxito" en la barra de búsqueda para asignar una imágen al texto que confirmo que la idea más proliferante del "éxito" es su reducción al aspecto económico social. !Haz la preuba!

¡Gracias mi gente!

Por: Elvin Mitchell Toro (Queseyo)

jueves, 15 de agosto de 2013

El Contrato Real


Luego de tanto tiempo retirado de la escritura pero sumergido como siempre, en la constante observación consideré pertinente abordar un tema, el cual quizá no sea muy concreto, pero ha sido producto de la lectura constante en todo este tiempo de receso. No pretendo descubrir algo nuevo, solo, a manera de exposición plantear un punto de vista que adopta un inciso más en la constitución de mi filosofía de vida. Todo comenzó cuando un determinado profesor interrumpe una de mis múltiples "pajas mentales" con la premisa de que la realidad es una construcción. Al escucharlo rápidamente me di cuenta de que no se trataba de un planteamiento nuevo para mi en lo personal pues "la realidad" constituye la fuente principal de mis debates mentales diarios y el continuo cuestionamiento. No se si mi mente hizo una conexión rápida con lecturas de Millgram, Freud o Kant, lo cierto es que terminó su travesía de impulsos eléctricos con el Contrato Social de Rousseau. Lo cual en su momento no me hacía ningún sentido. Luego de varias horas vuelve aquel pensamiento con la misma autonomía y arrogancia con la que se había atrevido a llegar para dejar un asunto sin resolver. Y me lleva a pensar que… Sí, la realidad es construida, es constructo de condiciones que se establecen ¿Pero cuales son los factores limitantes que hacen comunes las realidades particulares (personales) dentro de su amplia gama? Pues mi respuesta rápida a fue -¡UN AXIOMA! (palabra que había aprendido hace varias horas antes)¿Pero en dónde se encontraba ese axioma? y la respuesta fue aún más rápida -Morón, en la sensibilidad. La realidad se delimita por la percepción sensorial haciéndola lo mas común posible al colectivo y en base a eso se construye la realidad particular. Entonces pensé en la posible simbiosis que existía entre el contrato social de Rousseau y la realidad. Después de todo la realidad nace contratada igual que lo postula su obra. Contratada con la sensibilidad, engañada en su percepción para establecer significaciones que unen permanentemente lo concreto a lo metafísico. Quizá lo mejor de todo este proceso no fue el llegar a observar el contrato de la realidad a la sensibilidad sino el comenzar a profundizar hasta pensarlo en el aspecto social. Así como la sensibilidad se vuelve las gríngolas de lo "Real", los medios de comunicación se vuelven el axioma incuestionable por su aparente credibilidad que siembra el origen de la conducta y la aceptación o rechazo social. Después de todo cada ser humano contratado socialmente constituye una especia de "Gestalt" que a pesar de ser una unidad la suma de sus totalidades pasa a ser más importante. Con esto se generan los conflictos sociales que nos arropan. A lo que quiero llegar es a que la realidad particular esta condicionada a una realidad general establecida socialmente y esta de parte de cada uno el seguir segados por la sensibilidad y lo evidente y dejar pasar los aspectos que funcionan detrás del telón de la realidad general. La modificación de la realidad particular implica el cambio de la realidad general.  

Por: Elvin R. Mitchell (Queseyo)

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